Como le sucede a la mayoría de los fenómenos de cierta importancia, los MOOC ya cuenta con grandes defensores y, también, con detractores. Precisamente, esta diferente manera de analizar el caso MOOC es uno de los puntos fuertes del artículo ¿Son los MOOC una alternativa de aprendizaje?, publicado en el número 44 de la Revista Comunicar por el profesor de la Universidad de Barcelona (España) Antonio Bartolomé y el profesor de la Universidad de Köln (Alemania) Karl Steffens. El elevadísimo porcentaje de abandono de los MOOC (apenas un 4% de los participantes concluye un curso completo en Coursera) o el hecho de que personas con estudios previos universitarios son quienes más acceden a los MOOC son algunos de los interesantes datos que descubrimos en este artículo que, como decimos, destaca los aspectos más positivos, pero también los más controvertidos, de los MOOC. Los autores, conscientes de la escasez de investigaciones sobre el tema, basan su estudio en focus group y en la reflexión sobre la incorporación de las teorías de aprendizaje en los MOOC. Después de realizar la investigación, los autores plantean sus dudas de que «hacerlos masivos proporcionen un valor añadido ni desde el punto de vista pedagógico ni psicológico». No obstante, concluyen que deben ser estudiados de forma diferente y creen muy oportuno considerar formas alternativas de cursos en línea como los SPOC o los SCOOC (Small Connectivist Open Online Courses, es decir, pequeños cursos colectivistas abiertos en línea).