En Buda explotó por vergüenza, de 2007, dirigida por la iraní Hana Makhmalbaf, se trata con realismo y dureza la marginación de las niñas en algunas culturas.
Bajo la estatua del Buda que destruyeron los talibanes en Afganistan aún viven miles de familias. Baktay, una niña afgana de seis años, es incitada a ir a la escuela por el hijo de sus vecinos, que lee los alfabetos y cuenta interesantes historias frente a su cueva, por lo que ella le admira y desea hacer como él. El problema inicial es que Baktay no tiene cuaderno ni lápiz. Para el cuaderno debe buscarse la vida vendiendo huevos en el mercado. Como lápiz, lleva el pintalabios de su madre, lo que provoca que unos niños, que juegan a ser talibanes, decidan apedrearla. Para sus juegos utilizan palos que simulan fusiles y cometas que representan cazas de combate. Pero no todo es de mentira. En este juego, las piedras son de verdad. Cuando atrapan a Baktay, ya tienen a otras tres niñas encerradas en una cueva. Los motivos para retenerlas varían entre los que opinan que una niña no debería ir a la escuela o que las pequeñas tienen los ojos demasiado bonitos. Reflejan la sociedad violenta en que viven sus mayores.
Es una película muy dura, que refleja la violencia de una cultura que discrimina a los débiles, sobre todo a las mujeres. Es una reflexión sobre la necesidad de la educación para todos. El cine de los países más pobres, donde la mujer todavía no accede con regularidad a la educación, trata con frecuencia este tipo de situaciones.
La Declaración Universal de Derechos Humanos desarrolla en el artículo 26 que toda persona tiene derecho a la educación. Todo niño o niña que nace en cualquier lugar del mundo tiene derecho a recibir una educación que le permita vivir con dignidad. El Informe de Seguimiento de la Educaciónpara todos en el Mundo (UNESCO, 2000) evalúa cada año los progresos realizados hacia la consecución de los seis objetivos que se fijaron los 164 países participantes en el «Foro Mundial sobrela Educación», celebrado el año 2000 en Dakar. En el Objetivo 4 del Marco de Acción de Dakar se hace un llamamiento a los países para «aumentar de aquí al año 2015 los niveles de alfabetización de los adultos en un 50%, en particular tratándose de mujeres, y facilitar a todos los adultos un acceso equitativo a la educación básica y la educación permanente».
El cine, con frecuencia se introduce en el mundo de la educación denunciando las carencias referidas al derecho de mujeres y hombres a educarse y a la necesidad de que no se excluya a nadie del sistema educativo. En los países más pobres es prioritario el derecho de la mujer a la escolarización mientras que en el cine occidental se hace hincapié en el tratamiento a una enseñanza orientada al pleno desarrollo de la personalidad humana de mujeres y hombres, del sentido de su dignidad, que favorece la creación de una sociedad libre, la equidad entre géneros, y la comprensión y la tolerancia entre grupos étnicos o religiosos.
El cine ha filmado con mucha frecuencia los problemas educativos, y dentro de ellos, el derecho a la educación, en todas sus formas, y el de las niñas especialmente, no podía ser menos. El cine es, además, un lenguaje vivo que avanza en la misma medida que la sociedad, que se hace imprescindible en el debate social que se crea en torno a la educación y sus derechos.
La educación de las niñas es uno de los Derechos Humanos fundamentales y está vinculado a todos los demás derechos. La mejor calidad de vida que brinda la educación se traduce en enormes beneficios para toda la sociedad. Por ello, la educación es esencial en el desarrollo de todos los países. Sin embargo, a las niñas se les excluye con mucha frecuencia de este proceso. Si esto sigue así, nunca se lograrán estos progresos.
Cuando una niña carece de los conocimientos y la destreza para enfrentar la vida que pueden aprender en la escuela hay efectos a inmediato y largo plazo, afirman expertos dela UNICEF, una niña de un país con carencias importantes se expone a muchos más riesgos que sus homólogas educadas y las consecuencias son transferidas a la generación posterior. Cuando una niña recibe una educación de calidad, el resultado casi siempre es el de toda una familia con educación y formación. Por eso, numerosos estudios inciden en que no existe instrumento más efectivo para el desarrollo que la educación de las niñas. Si no se actúa con urgencia, (UNICEF, 2007) para incrementar la cantidad de niñas que tienen acceso a la educación básica, los objetivos globales para reducir la pobreza y el mejoramiento de las condiciones de vida humanas no se podrán cumplir.
La película es una metáfora político-social en la que los niños reproducen en sus vidas las actitudes aprendidas de los mayores se advierte una dosis de denuncia a la intransigencia, al machismo o a la violencia de un régimen dictatorial. Pero también se critica el dominio americano posterior que les impide mantener su propia idiosincrasia y tradición. Es el fracaso talibán y también americano, dos maneras de imponerse y sojuzgar la inocencia de una infancia que quiere ir a la escuela para le cuenten historias sencillas.
Todo el film es una alegoría sobre la vida de las mujeres en esas comunidades, la guerra y la ausencia de libertad. Cada una de las frases que pronuncian los protagonistas es una crítica a la actitud belicosa e irresponsable: «No me han enseñado nada, he aprendido sola». «Baktay, muérete, si no te mueres, no serás libre». «No quiero jugar a apedrear». «No me gusta jugar a la guerra».
Durante la Conferencia Mundial para la Educación para todos (Jontiem, 1990), cien gobiernos señalaron el acceso a una educación de calidad para las niñas y las mujeres como «la más urgente prioridad». En los «Objetivos de desarrollo del milenio 2015, la enseñanza primaria para las niñas se establece también como un objetivo básico: Velar por que, para el año 2015, los niños y niñas de todo el mundo puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria. En el caso de las niñas, especialmente en algunos países, existen todavía grandes barreras socioculturales que llevan a la discriminación por motivos de género, que permiten una repercusión negativa sobre la educación, en especial sobre la educación de las niñas, del concepto persistente de que la educación es un servicio y no un derecho humano. Se insiste por ello en el acceso, en toda circunstancia, de las niñas a todos los niveles de la educación. Algunos obstáculos que aun quedan son los matrimonios y los embarazos precoces, el trabajo infantil (en especial el trabajo en el hogar) y los conflictos armados.
Un grupo de niñas afganas fueron atacadas el 12 de noviembre de 2008 (más tared ha sucedido en multitud de ocasiones) por un grupo de talibanes que les lanzó ácido de batería cuando se dirigían a la escuela, dejando ciegas a dos de ellas y provocándoles graves cicatrices a otras, en la ciudad de Kandahar. Los ataques fueron llevados a cabo porque las niñas iban a la escuela, algo que estuvo prohibido en el país varios años. En Afganistán, un país sacudido por la guerra, se ha trabajado duramente para superar la violencia y otros obstáculos que puedan impedir, especialmente a las niñas, acudir a la escuela. A pesar del dificultoso entorno, la matriculación infantil ha seguido aumentando. Más de 6 millones de niños y niñas de Afganistán acuden ahora a la escuela, en comparación con 3 millones en 2002. UNICEF mantiene que las escuelas deben proporcionar un espacio seguro para la infancia y que es preciso que se ponga fin a los ataques a escuelas y a quienes enseñan y aprenden.
La película que comento no está basada en una exageración ni en una ficción desmesurada. La educación es una pieza clave para que la mujer salga de estas situaciones. A pesar de las metas marcadas por los Objetivos dela Declaracióndel Milenio, todavía la población femenina representa dos tercios de la población analfabeta. Por otra parte, de las evaluaciones realizadas sobre el cumplimiento de los compromisos con las mujeres suscritos en Beijing en 1995, se concluye que «en todas las regiones del mundo hay muchas mujeres que están realmente peor ahora de lo que estaban diez años atrás» (WEDO, 2004).
Cine y derecho a la equidad en la educación:
http://www.uhu.es/cine.educacion/articulos/equidad_educacion_cine.htm
Martínez-Salanova, E. (2010): Cine y el Derecho a la Educación. Consulta06/02/2010. http://www.uhu.es/cine.educacion/cineyeducacion/temasderechoalaeducacion.htm
UNESCO (2000). Informe final del foro mundial sobre la educación. Dakar 2000 En: www.unesco.cl/medios/biblioteca/documentos/ept_dakar_informe_final_esp.pdf
UNICEF, 2007: Informe anual del Fondo de las Naciones Unidas parala Infancia
WEDO-Social Watch, 2004: BeijingTraicionada. Informe América Latina y El Caribe. Montevideo.