El crecimiento de la desinformación y sus distintas estratagemas demanda de mayores y mejores criterios a la hora de discriminar la información que se consume. Estos aspectos son claves especialmente en quienes se forman a nivel profesional para trabajar con la información.
El artículo titulado: Reconocimiento de la calidad como prescriptor contra la desinformación, de la autoría de: Dolors Palau-Sampio, Adolfo Carratalá, Raquel Tarullo y Paz Crisótomos presenta un estudio dirigido a estudiantes de Periodismo y Comunicación de Argentina, Chile y España con el objetivo de determinar sus niveles de competencia para detectar contenidos de baja calidad relacionados con la desinformación.
Los resultados muestran que más de la mitad de los estudiantes tiene dificultades para reconocer contenidos de baja calidad, y que esta habilidad es mayor en estudiantes avanzados, aunque, no llega a ser óptima. La investigación pone de manifiesto la relevancia de la formación de comunicadores y periodistas, y su competencia para reconocer la calidad de los contenidos, cualidad indispensable para la correcta praxis profesional.
Palau-Sampio, D., Carratalá, A., Tarullo, R., & Crisóstomo, P. (2022). Quality recognition as a prescriber against disinformation. [Reconocimiento de la calidad como prescriptor contra la desinformación]. Comunicar, 72, 59-70. https://doi.org/10.3916/C72-2022-05
Internet ha propiciado un nuevo ecosistema cultural de interacciones digitales, en el cual la participación social y ciudadana pueden verse influenciadas por una serie de valores y antivalores que afectan la construcción de la identidad personal, así como las nociones de realidad de sus usuarios.
En ese contexto se propone la investigación titulada: Contravalores del ethos digital percibidos por futuros formadores, de la autoría de Paula Renés-Arellano, María-José Hernández-Serrano, Mari-Carmen Caldeiro-Pedreira y Cleofé-Genoveva Alvites-Huamaní. Su objetivo es estudiar las percepciones de 305 estudiantes de las áreas de ciencias sociales relacionadas al ámbito de la educación o la formación docente de universidades de España y Chile, sobre la presencia de contravalores en la Red, examinando en qué esfera social, de qué tipo son y cómo se transmiten, así como los riesgos que se les asocian.
Este estudio fue publicado en el nº 69 de Comunicar. Los hallazgos evidencian que los alumnos identifican principalmente cinco contravalores en el entorno digital: manipulación, violencia, falta de respeto, desigualdad y deshonestidad, los cuales, según el estudio, se evidencian principalmente en las redes sociales. Adicionalmente identifican efectos no deseados que vienen de la mano de estos contravalores, como el acoso digital y las conductas egoístas.
Cómo citar
Renés-Arellano, P., Hernández-Serrano, M., Caldeiro-Pedreira, M., & Alvites-Huamaní, C. (2021). Countervalues of the digital ethos perceived by future trainers. [Contravalores del ethos digital percibidos por futuros formadores]. Comunicar, 69, 57-67. https://doi.org/10.3916/C69-2021-05
Los memes aportan nuevos matices a las narrativas en las redes sociales y se han convertido en un elemento del activismo en diversas áreas. En los temas relacionados al medio ambiente, las imágenes son claves para fundamentar las historias que movilizan a la acción frente a temas como el cambio climático, la destrucción de la naturaleza y otros, al tiempo de mostrar la emergencia de una tipología de activismo basado en la imagen y la narrativa personal, que es propia de los influencers.
En el estudio titulado: El mito de las narrativas visuales del activismo medioambiental en Instagram, publicado en el nº 68 de Comunicar, las investigadoras Elisenda Ardèvol, Sandra Martorell y Gemma San-Cornelio, exploran las micronarrativas meméticas en el activismo medioambiental de eco-influencers en Instagram, a través de oposiciones binarias discursivas entre un antes y un después, contraste que establece una narrativa temporal y una proyección de futuro, acerca de lo que nos amenaza o podría ocurrir, y qué acciones y actitudes se plantean como las adecuadas para hacerles frente.
La investigación se centra en la observación participante de los 12 perfiles de Instagram más prolíficos en la creación y difusión de imágenes meméticas. De estos se seleccionó una muestra de 50 imágenes meméticas para el análisis narrativo-mitológico.
El estudio concluye que los memes son una herramienta que, a pesar de su informalidad, facilita el abordaje de temas considerados serios y de primer orden en la agenda ambiental, al tiempo de fomentar un activismo visual, lo cual trasciende al planteamiento de los memes como prácticas artísticas concretas a favor de determinadas causas.
Cómo citar:
Ardèvol, E., Martorell, S., & San-Cornelio, G. (2021). Myths in visual environmental activism narratives on Instagram. [El mito en las narrativas visuales del activismo medioambiental en Instagram]. Comunicar, 68, 59-70. https://doi.org/10.3916/C68-2021-05
Un ejemplo de ostracismo es ignorar a alguien en un chat o en los comentarios de publicaciones en redes sociales, usualmente esto sucede en relación a temas políticos, pero no de manera exclusiva.
El estudio se desarrolla con estudiantes universitarios y toma como escenario los grupos de Facebook de las universidades checas. Los hallazgos se concentran en el grado de afección del ciberostracismo en la autoestima el estado de ánimo, y en las necesidades de pertenencia y existencia de las personas.
Una de las contribuciones del estudio es que coadyuva a una mejor comprensión de este fenómeno y la consideración de alternativas para hacer frente a sus efectos.
Galbava, S., Machackova, H., & Dedkova, L. (2021). Cyberostracism: Emotional and behavioral consequences in social media interactions. [Ciberostracismo: Consecuencias emocionales y conductuales en las interacciones en redes sociales]. Comunicar, 67, 9-20. https://doi.org/10.3916/C67-2021-01
La información periodística constituye una fuente que alimenta las configuraciones discursivas en torno a la población migrante, la cual es objeto de atención en los contenidos de los medios de comunicación. En ese contexto se propone la investigación: Representaciones mediáticas de los menores que migran solos: los MENA en la prensa española, de la autoría de Juan-David Gómez-Quintero, Jesús-C. Aguerri y Chabier Gimeno-Monterde, publicada en el número 66 de Comunicar.
La investigación apunta hacia la identificación de los enfoques discursivos de la prensa española en torno a los adolescentes migrantes, identificados bajo las siglas MENA (Menores Extranjeros No Acompañados), considerando la influencia que ejercen los medios de comunicación en la comprensión de lo que sucede en el entorno, y en la integración o exclusión de esta población en la sociedad.
La investigación se centra en un total de 334 piezas periodísticas publicadas entre enero de 2017 y octubre de 2019 en los diarios generalistas de España con el mayor número de lectores. El análisis propuesto permite observar la morfología discursiva de la prensa haciendo una diferenciación entre los enfoques de la prensa progresista y los de la prensa conservadora. De igual forma se evidencia un predominio de la imagen peyorativa de los inmigrantes y visiones dicotómicas que los dividen entre buenos y malos.
Cómo citarlo: Gómez-Quintero, J., Aguerri, J., & Gimeno-Monterde, C. (2021). Media representation of minors who migrate on their own: The ‘MENA’ in the Spanish press. [Representaciones mediáticas de los menores que migran solos: Los MENA en la prensa española]. Comunicar, 66, 95-105. https://doi.org/10.3916/C66-2021-08
Las Estrategias online de mediación parental en contextos familiares en España, es una investigación desarrollada por Gemma Martínez, Miguel-Ángel Casado y Carmelo Garitaonandia, que se enfoca en las diferentes estrategias de mediación parental en el uso de Internet, así como de los factores sociodemográficos y del contexto familiar que se asocian con ellas.
La mediación parental es abordada como una de las claves para el máximo aprovechamiento de las herramientas digitales, al tiempo de contrarrestar los riesgos que supone Internet para los menores de edad. En ese contexto la investigación refleja los resultados de una encuesta aplicada a más de tres mil niños y niñas entre los 9 y los 17 años de edad, lo cual ha permitido observar cómo van modificándose las estrategias de mediación parental en relación al grado de madurez que van adquiriendo los menores.
El estudio forma parte de una encuesta más amplia que investiga la relación de los menores con Internet, y que previamente se aplicó en el marco del proyecto Global Kids Online, en 18 países europeos.
Entre los resultados de la investigación se evidencia que la incidencia de las estrategias habilitantes, relacionadas con un uso positivo de Internet, es mayor que las mediaciones de tipo restrictivas y técnicas. Al mismo tiempo se evidencia que esta incidencia va decreciendo en los menores de más edad.
Uno de los planteamientos que realizan los investigadores es abordar la participación en la mediación parental, pero desde el punto de vista de los padres de modo que se enriquezca este primer aporte al contexto de la familia y su influencia en las mediaciones online, que muestran las dificultades del proceso de mediación y apuntan hacia la necesidad de profundizar en el estudio de la eficacia de estas estrategias.
El artículo titulado: Comunicar en positivo o negativo en el activismo social, de los autores Daniel Pinzano-Catayud, Eloisa Nos-Aldas y Sonia Agut-Nieto, publicado en el número 62 de Comunicar, se enfoca en las herramientas que requiere el tejido asociativo de la justicia social para reforzar propuestas de comunicación que trasciendan a la reacción emocional y a la identificación con la marca.
En ese contexto, los autores plantean un estudio experimental bifactorial resultado de la acción negativa versus la positiva, así como de la fuente favorable versus la desfavorable.
Los resultados del estudio muestran que comunicar en positivo o en negativo, sumado a centrarse en los éxitos o en los fracasos constituyen aspectos de especial relevancia a la hora de mantener a los activistas en tensión reivindicativa, lo cual va en consonancia con el planteamiento de estrategias comunicativas que trascienden a las reacciones emocionales o de identificación con la marca.
Del mismo modo evidencian que la participación en defensa de las causas sociales no solo se produce en un contexto favorecedor como el digital, sino cuando una causa realmente motiva las audiencias.
Cómo citar este artículo:
Pinzano-Catayud, D., Nos-Aldas, E., & Agut-Nieto, S. (2020). Comunicar el positivo en el activismo social. Comunicar, 62, 69-78.
Información falsa, rumores, y noticias inexactas o sacadas de contexto se han expandido con la misma velocidad que el COVID-19, complicando las medidas de contención, y provocando la toma de decisiones equivocadas en la población.
Esa es una de las razones por las que la Organización Mundial de la Salud declaró al creciente fenómeno desinformativo como “infodemia” y ha dedicado no pocos espacios a advertir y generar conciencia sobre ella; sin embargo, en un contexto donde todos somos productores de información, la mayor dificultad es concienciar al público y que se abstenga de compartir algo si no está seguro de su procedencia y veracidad.
Una de las informaciones falsas que se viralizó en redes sociales a nivel internacional fue aquella que señalaba que se estaba arrojando cuerpos al mar, debido al exceso de cadáveres y la falta de espacios en cementerios de Guayaquil, la ciudad mayormente afectada por la pandemia en Ecuador.
La información estuvo compuesta por la combinación de un video de inmigrantes que naufragaron en Libia en 2014 y otras de un hombre en silla de ruedas que iba a ser trasladado en lancha hacia la isla donde reside. Ambos elementos, hábilmente editados, provocaron caos en el país.
En Puerto Rico, a finales de marzo, circuló el audio de un pastor que advertía del cierre de comercios y el desabastecimiento alimentos por el resto del año. Ello provocó que una multitud de personas acudiera a supermercados y farmacias generando caos e incluso olas de violencia en ese país.
La avalancha de fake news ha provocado que se generen iniciativas lideradas desde el periodismo para frenarlas. Así, los medios que integran el Grupo de Diarios de América (GDA) ha asumido la responsabilidad de verificar informaciones y rumores difundidos en redes sociales.
A esto se suman verificadores de información como Chequeado en Argentina, Verificado en México, Ecuador Chequea y otras. Incluso se ha conformado la Coronavirus Facts Alliance, proyecto del Poynter Institute y la Red Internacional de Fact-Checkin (IFCN), para combatir la desinformación en la pandemia; al momento ha desacreditado más de 4800 engaños en 43 idiomas.
A pesar de estas labores la desinformación se mantiene circulando en redes sociales, la clave sigue siendo la educación de la ciudadanía frente a la discriminación de contenidos y al uso crítico de medios de información.
En los últimos años se ha hecho común la afirmación “los niños de hoy trabajarán en empleos que todavía no existen”, esta afirmación se respalda en la creencia que los cambios tecnológicos y la innovación motivarán a las empresas a buscar a jóvenes proactivos y con dominio de las TIC para llenar vacantes.
Esta es una de las ideas que explica el Informe sobre desarrollo mundial 2019 del Banco Mundial, el cual hace especial énfasis en la naturaleza cambiante del trabajo a la luz de los cambios económicos, sociales y sobre todo tecnológicos que viven las sociedades del mundo.
Una de las cuestiones más preocupantes surge ante un posible crecimiento del desempleo producto de la robotización de actividades que llevaría a las empresas a prescindir de personas y a considerar que las TIC están modificando la demanda de habilidades requeridas por las empresas.
En América Latina y El Caribe, por ejemplo, producto de la adopción de tecnología digital las habilidades cognitivas e interpersonales han cobrado mayor importancia, es decir gente con buena formación digital y que al mismo tiempo sean capaces de mantener una buena comunicación que les permita transmitir o recibir correctamente todo tipo de información al tiempo de mantener un alto nivel de compromiso con el trabajo.
Esta constituye una de las grandes limitantes de los trabajadores de la zona donde el 44% entre 15 y 64 años, adolece de un analfabetismo funcional, es decir que no cuentan con competencias suficientes en lectura, escritura y cálculo elemental, claves para sobrevivir en el mundo laboral y cuya deficiencia representa un costo social de 5 mil millones de dólares al año. Si no desarrollan estas competencias, la mayoría de las cuales se adquieren en la educación primaria, muy difícilmente se puede esperar que tengan competencias en el manejo de las TIC.
En ello juega un papel crucial la deserción estudiantil a temprana edad debido, entre otras, a limitaciones económicas, la baja calidad educativa, la falta de acceso a la educación y otras que dificultan el acceso a un trabajo formal.
Ante ello en algunos países se ha implementado iniciativas que coadyuven a la formación de adultos en habilidades básicas que permitan mejorar las oportunidades laborales, pero muy pocos generan impactos positivos debido especialmente a un diseño deficiente y a un diagnóstico incorrecto de los destinatarios de estas iniciativas, según el informe.
En México está el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos que ofrece programas equivalentes a la educación primaria o secundaria; en Argentina el programa Entra21 ofrece pasantías y cursos de formación; en República Dominicana el programa Juventud y Empleo permitió el desarrollo de habilidades no cognitivas y el nivel de formalidad en los puestos de trabajo, a pesar de ello no se incrementó el empleo de los adultos participantes.
También se registra iniciativas enfocadas en grupos más jóvenes como Pro Joven de Perú y Proyecto Joven de Argentina y otras enfocadas en la generación de negocios propios como el Programa de Apoyo al Microemprendimiento de Chile
Además de lo señalado otro agravante del acceso a empleo es el incremento de la informalidad, que en América Latina es mayor al 50%, donde los salarios y la productividad son significativamente menores que en el sector formal, sumado a una falta e incluso ausencia de beneficios como seguro médico ni protección social.
De modo general, el cambio tecnológico ha cambiado y seguirá cambiando el panorama laboral, educativo, y sociocultural del mundo, y por ello hará cada vez más difícil anticipar qué tipo de habilidades específicas de un empleo permanecerán y cuales no en el mercado laboral futuro.
Lo cierto es que si las sociedades no están en la capacidad de cubrir las necesidades educativas básicas de buena parte de su población difícilmente se podrá esperar su inserción en el mercado laboral dentro de 10 o 20 años, o de brindarles las herramientas que les permitan emprender y generar oportunidades de empleo para ellos y otros miembros de la sociedad.
América del Sur se ha convertido en el escenario de una crisis política de gran complejidad que ha motivado levantamientos sociales y cambios en algunos gobiernos.
Fotografías, vídeos y declaraciones falsas y otras sacadas de contexto, se difunden de forma masiva provocando pánico, ira e inusitadas olas de violencia. Este fenómeno tiene que ver con tres aspectos: el primero de ellos la falta de información que permita comprender qué sucede en el entorno de cada país, la segunda es la escasa credibilidad hacia los medios tradicionales, lo que ha llevado a los usuarios a buscar medios alternativos, y la tercera la falta de competencias mediáticas de los usuarios para discriminar la información verdadera de la que no lo es.
En Ecuador, las medidas económicas anunciadas por el presidente Lenin Moreno a inicios de octubre provocaron el rechazo de diversos sectores sociales, los cuales protagonizaron movilizaciones durante 12 días. En este periodo se suscitaron actos delictivos y violentos que obligaron al gobierno a decretar estado de excepción.
En redes sociales se hicieron viralesfake news acerca de supuestas injerencias de otros países en las medidas económicas, el falso pago a migrantes venezolanos con recursos públicos, la reducción de salarios, la condonación de deudas para millonarios y empresarios, muertes y hechos de violencia en contra de manifestantes por parte del Ministerio de Defensa, entre otros.
Como medida para contrarrestar la información falsa el gobierno desarrolló una campaña masiva de SMS a través de las tres principales operadoras de telefonía del país. Los mensajes apuntaban a desmentir los rumores circulantes en redes sociales y apaciguar a las masas frente a actos de vandalismo registrados a nivel nacional.
Chile vive un momento crítico desde el 18 de octubre, debido a medidas económicas adoptadas por el gobierno. A pesar que el presidente Sebastián Piñera decidió dar marcha atrás con las decisiones anunciadas la ola de protestas ha ido en aumento por problemas acumulados desde hace décadas. Los chilenos piden cambios en la constitución.
Desaparecidos, cortes de servicios básicos, incendio de hospitales, colegios y otros recintos, planes extremistas para frenar protestas, carabineros consumiendo drogas, declaraciones falsas el presidente, asesinato de manifestantes y otras han sido las fake news con mayor difusión en las cuatro semanas de protestas.
En Bolivia las protestas iniciaron el 20 de octubre después de un controversial recuento de votos de la primera vuelta de las elecciones presidenciales de ese país. Con un 84% de votos escrutados los resultados apuntaban a una segunda vuelta, pero al finalizar el mismo se determinó el triunfo de Evo Morales quien era reelegido por cuarta ocasión.
La escasa claridad en la obtención de resultados finales provocó la ola de rumores sobre el tema: injerencia rusa a favor de Morales, información comprometedora de la oposición acerca de Morales, su próxima con apoyo militar y otras. La situación se salió de control con la difusión de una fotografía falsa de un joven quemado por simpatizantes de Morales. Producto de la violencia que desencadenó esta información dos personas murieron y se intentó quemar a otra como represalia, después se comprobó que la imagen correspondía a un hecho en México.
Es claro que Internet ha posibilitado la creación de medios alternativos de información, pero todavía está pendiente trabajar en su uso responsable y en la formación de los usuarios respecto al consumo de información. Si bien las crisis en los países sudamericanos tienen su origen en medidas gubernamentales, descontento social y otros, no es menos cierto que la proliferación de fake news ha coadyuvado a agravar el panorama en todos los casos. El periodismo tiene mucho por hacer, las labores de verificación, tradicionalmente desarrolladas por ellos, deben trascender hacia los ciudadanos, de modo que se generalice una cultura de verificación de la información antes de compartirla.