Blog de la Revista Comunicar

Creatividad y educación: dos realidades indisolubles

Muchas veces he oído, e intentado rebatir, la idea de que los nuevos medios informáticos y cibernéticos no facilitan la creatividad, incluso que la impiden o deterioran. Ya lo afirmaba el poeta y dramaturgo inglés Elliot «La Humanidad no puede soportar mucha realidad». ¿Son los niños ahora menos creativos porque ven más la televisión?. ¿Somos menos creativos los adultos porque leemos menos?. El problema no es de los medios, sino tal vez de cómo se enfrentan. «Temo a la obscuridad pero desconfío de la luz», dice Woody Allen.
Cuando el libro se hizo masivo, también se consideró un peligro para la educación y la creatividad. ‘Este niño lee demasiado, y no estudia’, se podía oír en los años sesenta. Tampoco debemos confundir creatividad con poesía o pintura, ya que las llamadas «bellas artes», no son más que una parte de la creación que a lo largo de la vida posee un individuo. No olvidemos que Einstein (físico), Poincaré (matemático), o Newton y otros muchos científicos son hoy día paradigmas y prototipos de personas creativas; gracias a sus «intuiciones», hicieron posible el avance científico. «Hay un pasado que se fue para siempre, pero hay un futuro que todavía es nuestro.» F. W. Robertson.
La responsabilidad de mantener la dinámica evolutiva de la especie humana, está en nuestras manos. Mirando al futuro, previendo situaciones, adelantando nuestra preparación a los acontecimientos. Ibsen, el dramaturgo decía: «Yo sostengo que está en lo justo la persona que más estrechamente está unida con su futuro».
Parece una perogrullada decir que el futuro se crea en el presente afianzándose en el pasado, pero normalmente no nos comportamos ni como ciudadanos ni como educadores conforme a aseveración tan obvia. Casi siempre esperamos los acontecimientos para actuar a partir de ellos, y muy pocas veces nos adelantamos a los hechos. Una de las cualidades o características de la creatividad –está en todos los manuales- es la previsión, la intuición, el adelantamiento de los sucesos. La capacidad de predicción del futuro basándonos en las experiencias personales y colectivas es uno de los distintivos más importantes de la especie humana, y sobre todo de los individuos creativos. La previsión y la predicción, conductas fundamentales ligadas a la actividad intelectual las confundimos o equiparamos a las adivinaciones astrológicas.
La capacidad de crear es la que va a defender a la sociedad de los poderes fácticos, del poder de una sociedad consumista y del dominio de los ‘mass media’, educando a los individuos en el espíritu crítico. Tenemos en nuestras manos un futuro del mundo lo suficientemente incierto como para tomarnos en serio la frase de Peter de Vries «la mano que mece la cuna rige al mundo», que dio lugar al nombre de una película.
 Esto es un segmento de un articulo publicado en 2000 en Comunicar 14, pp. 43-49. Mensajes diferentes, métodos creativos y diversidad de valores para la socialización en un mundo tecnificado. Soluciones nuevas para nuevos problemas que se presentan a la especie humana en la sociedad de la información.