Os recordamos que hasta el día 28 de febrero de 2023 la revista ‘Comunicar’, 2ª del mundo en SCOPUS y 10ª del mundo en JCR (top 1% y 7% mundial), admite el envío de artículos para el siguiente número 77 en su sección miscelánea, con aportaciones que aborden la comunicación y educación, especialmente la intersección de ambas (educación en medios, tecnología educativa, recursos informáticos, digitalización y ciudadanía, entre otras).
Asimismo, os invitamos a participar y difundir en el monográfico del mismo número, ‘Nuevos lenguajes y culturas. Enseñanza de lenguas para una comunicación global y digital’, coordinado por la Dra. Anne Pomerantz (EEUU), el Dr. Alejandro Rodríguez-Martín (España) y la Dra. Noelia Ibarra-Rius (España), que aborda el análisis de las lenguas, literatura, nuevos lenguajes y educación en contextos digitales inclusivos para afrontar desafías globales y aportar soluciones transintitucionales.
Comunicar agradece a quienes han leído, escrito y difundido contenidos por la Educomunicacion durante este año. Esperamos el 2023 como una nueva oportunidad de búsqueda de entendimiento, concordia, y Paz.
El artículo que comentamos hoy está escrito por tres profesoras de la Facultad de Ciencias de la Organización, Universidad de Maribor (Eslovenia), con la que tuvimos varios intercambios de Erasmus y visitamos su Universidad en diferentes ocasiones. Los emoticonos se han convertido en un fenómeno común en la correspondencia por correo electrónico entre estudiantes y profesores. Para los estudiantes, estas herramientas de comunicación no verbal son una forma de agregar contexto o énfasis a sus mensajes. Sin embargo, para la mayoría de los profesores, el uso de emoticonos se considera inapropiado y poco profesional. A medida que más estudiantes incorporan emoticonos en sus mensajes de correo electrónico a los profesores, en el artículo que comentamos, se propusieron examinar la relación entre el uso de emoticonos y las percepciones de los profesores sobre los mensajes de correo electrónico de los estudiantes con y sin emoticonos. Examinaron los mensajes de los estudiantes con particular referencia a la adecuación del estilo de escritura de los estudiantes, evaluaron el nivel de alfabetización digital de los estudiantes, su actitud hacia un profesor y las diferencias de género en el uso de emoticonos. Recopilaron correos electrónicos de los estudiantes y los calificaron en varias dimensiones. Además, utilizaron un cuestionario en línea para identificar las diferencias características entre los estudiantes que usan emoticonos y los que no. Los resultados muestran que los mensajes con emoticonos tienen una calificación más baja que los mensajes sin emoticonos en varias dimensiones. Los estudiantes que usan emoticonos también muestran una menor alfabetización digital y perciben a sus profesores como más comprensivos y serviciales. Contrariamente a nuestras expectativas, el uso de emoticonos no está relacionado con el género. Los resultados sugieren que los estudiantes deben evitar el uso de emoticonos, puesto que el profesor espera un comportamiento apropiado a través de Internet.
Baggia, A., Žnidaršič, A., & Tratnik, A. (2022). Emoticons in student-professor email communication. [Emoticonos en la comunicación por correo electrónico entre estudiantes y profesores]. Comunicar, 73, 119-133. https://doi.org/10.3916/C73-2022-10
Esta es la sorprendente conclusión a la que llegan las investigadoras de la Universidad Camilo José Cela Elvira Carmen Cabrera y Pilar Antolínez en su artículo Derechos humanos invisibilizados: La trata de seres humanos en los medios de comunicación en España. Y es sorprendente porque el tema es de tal calado social que a priori puede parecer que los medios de comunicación deberían dedicarle mucho tiempo o espacio. La falta de recursos materiales y humanos en las redacciones es la principal causa de esta situación, según las autoras.
El artículo también desvela que las víctimas apenas figuran como fuentes y se tiende al uso de estereotipos. De hecho, la investigación muestra que los medios no suelen tener acceso a las víctimas y desde ONG se explica que no facilitan el contacto por protección a las víctimas y porque no están de acuerdo con el tratamiento de algunos medios a la trata, “y cuando se realiza es con unos criterios establecidos, que los incluyen en sus guías (APRAMP, 2015) y con medios de confianza”. Son los gabinetes de comunicación, principalmente de las fuerzas de seguridad del estado, quienes más información facilitan a los medios de comunicación sobre la trata.
Además, “la trata de seres humanos con fines de explotación sexual sigue dominando la cobertura de los medios de comunicación, lo cual desplaza o invisibiliza las demás modalidades de trata”. Para las autoras, la explotación sexual es más fácil de cubrir, ya que es una clara violación de la ley.
Una lectura recomendable y que invita a una reflexión sobre el papel que juegan los medios de comunicación en la sociedad actual y el tratamiento mediático que hacen de temas de envergadura. Más información del artículo:
Cabrera-Rodríguez, E., & Antolínez-Merchán, P. (2022). Invisibilised human rights: Trafficking in human beings in the media in Spain. [Derechos humanos invisibilizados: La trata de seres humanos en los medios de comunicación en España]. Comunicar, 73, 107-118. https://doi.org/10.3916/C73-2022-09
Cada vez más estudios destacan cómo los adolescentes asumen y priorizan de forma acrítica la estética y el lenguaje que se propone desde los medios, se trata además de aspectos que distan bastante de un consumo pausado y reflexivo al ser una narrativa más propia de memes y eslóganes. Esta situación pone de manifiesto las dificultades que tiene hoy en día un adolescente a la hora de consumir información de forma consciente y crítica En el número 73 de la revista Comunicar se trata esta temática en el trabajo titulado Los estudiantes de secundaria y la alfabetización mediática en la era de la desinformación. Es un trabajo llevado a cabo por la Dra. Eva Herrero-Curiel y el Dr. Leonardo La-Rosa, ambos del departamento de Comunicación de la Universidad Carlos III de Madrid.
La situación de confinamiento debido al COVID-19 no ha hecho más que poner de manifiesto todas las debilidades en competencias mediáticas que tiene la sociedad. Los adolescentes, en relación a los adultos, presentan una mayor vulnerabilidad al carecer de herramientas válidas para enfrentarse a la ingente cantidad de información que reciben a diario. Conocer estas carencias es esencial para reflexionar sobre el tipo de sociedad que deseamos, si se desean ciudadanos que simplemente aprendan el manejo de las tecnologías o se considera importante que avancen en la comprensión de los usos y contenidos que transcurren a través de ellas.
A través de un estudio mediante encuesta descriptiva y transversal a 1.651 alumnos de entre 11 y 16 años, de España, se plantea conocer sus hábitos lectores, medios de información que usan, capacidad para discriminar entre información y opinión, etc. En paralelo, mediante entrevistas en profundidad, se recoge también la opinión de 77 profesores sobre las competencias mediáticas de su alumnado. Los resultados obtenidos permiten concluir sobre la dificultad generalizada, entre el estudiantado de secundaria, para distinguir entre información y opinión. Al mismo tiempo presentaron también notables dificultades para distinguir entre información veraz y falsa, esto además contrasta con la percepción de la propia aptitud para hacerlo solventemente. El profesorado destacó además el consumo compulsivo y acrítico de información por parte del estudiantado.
El estudio, disponible en open access aquí, desarrolla un barrido sistemático para comprender la relevancia científica de los términos “educación mediática” y “educomunicación”, con la finalidad de abordar su proceso evolutivo, localizaciones, etapas temáticas y enfoques metodológicos entre 598 artículos extraídos de Web of Science entre los años 2000-2021.
Los resultados apuntan hacia un interés científico dividido fundamentalmente en dos etapas que contemplan la reflexión sobre la educación mediática en su diversidad terminológica (2000-2012), y la medición, implementación, formación y digitalización en materia de desarrollo tecnológico-digital (2013-2021). El trabajo concluye que las investigaciones en este campo trandisciplinar, extendidas históricamente por América del Norte y Sur, Europe, Norte de África, y Norte y Sudeste de Asia-Pacífico, han ampliado su perspectiva desde la tradicional lectoescritura crítica de los medios hacia una mayor “glocalización” de la educación mediática, que dirige sus esfuerzos hacia la digitalización cultural del sur global, la alfabetización algorítmica, y la (auto)gestión digito-crítica de la identidad individuo-colectiva.
Cómo citar: Aguaded, Ignacio; Civila, Sabina; Vizcaíno-Verdú, Arantxa (2022). “Paradigm changes and new challenges for media education: Review and science mapping (2000-2021)”. Profesional de la Información, v. 31, n. 6, e310606. https://doi.org/10.3145/epi.2022.nov.06
Si pensamos en la imagen que nuestros jóvenes tienen del futuro y cómo han llegado a forjarla, tenemos que analizar la visión del mismo que les llega de los medios de comunicación, las películas, los libros y, de manera muy importante, la educación.
En general, cuando les preguntamos cómo ven ese futuro, ven un futuro de crisis económica, social y climática, aunque, paradójicamente, no se ven a sí mismos desde esta perspectiva, sino que se imaginan como protagonistas de un futuro con éxito. Son múltiples los estudios que muestran esta visión de futuro como la habitual entre jóvenes de todo el mundo, aunque, parece haber determinadas diferencias entre unos países y otros, siendo una imagen construida, en parte, por los relatos institucionales como los de la Educación para el futuro. El estudio realizado por Castellví, Escribano, Santos y Marolla (2022) analiza el currículum de Australia, España y Chile, profundizando en el tratamiento que se les da, en cada uno de ellos, a la Educación para el futuro. Desde el análisis documental y la realización de entrevistas en profundidad a docentes de esos tres países, se analiza la presencia de la Educación para el futuro en sus cuatro dimensiones: situar en el tiempo, anticipar, imaginar futuros alternativos y actuar socialmente. Los resultados muestran que existe una diferencia clara en cómo se trabaja la educación para el futuro en estos tres países. Mientras que Australia incluye de forma explícita esta educación para el futuro, Chile y España únicamente lo hacen de manera tangencial. No obstante, el contexto sociocultural del centro y la voluntad del profesorado también son determinantes en el tratamiento que se le da a este tema tan importante.
Si queremos decidir qué futuro queremos para nuestros jóvenes debemos comenzar a diseñarlo desde las escuelas, ofreciéndoles la posibilidad de analizar y buscar soluciones a los problemas que nos rodean y diseñando nuevas formas de futuro desde el presente. Para saber más de este interesante trabajo pincha aquí.
Para citar este artículo:
Castellví, J., Escribano, C., Santos, R., & Marolla, J. (2022). Futures education: Curriculum and educational practices in Australia, Spain, and Chile. [Educación para el futuro: Currículo y prácticas educativas en Australia, España y Chile]. Comunicar, 73, 45-55. https://doi.org/10.3916/C73-2022-04
El mundo actual, caracterizado por la globalidad en todos los entornos, requiere nuevas herramientas que permitan interpretar y comprender aquello que está por venir y así poder crear mejores futuros, futuros más sostenibles. En este sentido, el presente artículo El proceso de diseño para la generación de escenarios futuros educativos, realizado por el profesor Manetti, el Dr. Lara-Navarra y el Dr. Sánchez-Navarro, y publicado en el n.º 73 de la Revista Comunicar, se centra en verificar si los métodos del diseño apoyados por algoritmos de lógica difusa y basados en métodos mixtos son válidos en el campo de los estudios sobre el futuro, y concretamente, si son eficaces para la prospectiva en el ámbito de la educación. Para ello se utilizó la técnica del taller presencial con la participación de veinticuatro profesionales.
Los resultados evidenciaron que la utilización de métodos mixtos cualitativos y cuantitativos con metodología desing thinking sustentada en herramientas matemáticas se presenta como un instrumento ventajoso para los estudios sobre el devenir, al permitir la generación de escenarios prospectivos sólidos y eficaces. Como dicen los autores, “Los estudios sobre el futuro mediante nuevas metodologías representan un cambio de paradigma que está incidiendo en el presente y futuro del diseñador profesional, por lo que debe ser tenido cada vez más en consideración por el educador de las profesiones del diseño”.
Como citar: Manetti, A., Lara-Navarra, P., & Sánchez-Navarro, J. (2022). Design process for the generation of future education scenarios. [El proceso de diseño para la generación de escenarios futuros educativos]. Comunicar, 73, 33-44. https://doi.org/10.3916/C73-2022-03
No nos cabe duda de que los estudios que hablan acerca del futuro de la educación ofrecen un marco de ideas y disposiciones a partir de las cuales desarrollar imágenes más productivas del futuro y formas de trabajar con este.
El objetivo central de este artículo es exponer y discutir los últimos avances y contribuciones académicas internacionales de los estudios que versan acerca del futuro de la educación. Para ello, se ha realizado una revisión sistemática de la literatura usando las bases de datos Web of Science y Scopus considerando artículos publicados entre 2012 y 2022. Se ha contado con una muestra inicial de 437 artículos que, al aplicar criterios de exclusión, se redujo a 50 que vinculaban directamente los estudios de futuros a temas educativos.
Los hallazgos muestran que las publicaciones contienen propuestas educativas, que existe un equilibrio entre estudios teóricos y empíricos que se conectan en revistas especializadas en determinados países. Las visiones negativas no tienen presencia y la multidisciplinariedad aparece limitada fuera del campo de las Ciencias Sociales.
Se concluye que la alfabetización es un elemento clave para acercar las ideas de estudios sobre cambios futuros en el ámbito educativo, que dichos estudios contribuyen a cambiar las formas de trabajar y conceptualizar el futuro en educación y que promueven dinámicas transformadoras.
A pesar de los múltiples esfuerzos por trasladar estos planteamientos a diferentes ámbitos educativos, este sigue siendo aún un campo a desarrollar.
Menéndez-Alvarez-Hevia, D., Urbina-Ramírez, S., Forteza-Forteza, D., & Rodríguez-Martín, A. (2022). Contributions of futures studies to education: A systematic review. [Contribuciones de los estudios de futuros para la educación: Una revisión sistemática]. Comunicar, 73, 9-20. https://doi.org/10.3916/C73-2022-01