
Aularia. Volumen segundo del séptimo año on-line

• Referencia bibliográfica: Marfil-Carmona, R. (2017). Análisis de la imagen. Dualidades de lo artístico, mediático y digital . Aularia, 6(2) Julio. pp: I-II
Para leer el artículo completo, aquí.
Un editorial de la Revista Aularia. Escrito por Rafael Marfíl Carmona, coordinador de la sección Análisis de imágenes.
La revista Aularia, de forma libre y absolutamente interesada, es decir, centrada en su eje educomunicativo, plantea en este editorial algunas dualidades que generen e inspiren futuras aportaciones, relacionadas con el ámbito docente, profesional e investigador, persiguiendo como único impacto el de asegurar la creación, lectura y consulta de contenidos interesantes, útiles para el trabajo con la imagen desde el mundo de las aulas.
Nuestra sección de análisis de la imagen, por ejemplo, plantea la revisión de dualidades que se sitúan entre lo artístico, lo mediático y lo digital, por mencionar algunos de los entornos principales en los que está presente hoy día la imagen, ya sea dentro o fuera de nuestras pantallas. Desde ese contraste y esa dialéctica pretendemos, en este editorial, inspirar y generar nuevas ideas y contenidos para nuestra revista, considerando estas ideas como una llamada para la aportación a futuros números de esta publicación online del Grupo Comunicar.
A partir de una conferencia pronunciada en Almería por Elena Pedrosa el 3 de mayo de 2013 dentro de los actos de celebración del Día Internacional de la Libertad de Prensa, LXXXII Aniversario de la Asociación de la Prensa y entrega de los Premios Libertad de Expresión, la autora ha preparado este artículo para la revista Aularia.
Elena Pedrosa es miebro del Grupo Comunicar, doctora en Comunicación Audiovisual y Licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad de Málaga. Actualmente es profesora de Artes Plásticas y Diseño en la especialidad de Fotografía Artística en la Escuela de Arte de Almería.
Su planteamiento inicial es que la objetividad no existe, diferenciando los términos informar, que significa «dar noticia de algo» y comunicar, que significa «hacer a otro partícipe de lo que uno tiene». Una pregunta que se hace la autora: ¿Hasta qué punto la viabilidad económica y ese afán lucrativo de la carrera de las tecnologías de la información han sido el único criterio que se ha seguido para asegurar la construcción de un proyecto, el de las redes informativas, lo suficientemente sólido? La dictadura de la prisa por comprobar los resultados, cuanto y más si la presión de la competencia o de las directivas europeas se encuentran detrás empujando, hace que no se fundamenten en la base esos saltos cuantitativos que nos venden a las máquinas sin que sepamos aún acercarnos a su lenguaje ni comprendamos el alcance de su influencia.
Otra pregunta: ¿es lo mismo intelectualidad que inteligencia? y ¿es lo mismo formación que sensibilidad y consciencia?, ¿qué tipo de formación estamos dando y/o recibiendo? A la autora le resulta paternalista pensar que los cientos de licenciados que salen al año de las Universidades no tienen la capacidad intelectual ni el discernimiento suficientes como para escribir con estilo y criterio propio en las redes.
El verdadero reto del periodismo dependerá del tipo de sociedad en la que se desenvuelva, no de las herramientas tecnológicas que tenga a su disposición. Y, por supuesto, del tipo de sociedad que se quiera construir. Habrá de preguntarse, ¿qué tipo de intermediario quiero ser?, ¿para qué va a servir esta manera de comunicarme y estos contenidos que comunico?, ¿a quiénes?
Más que apuntalar el conocimiento, la autora opina que el verdadero reto estriba en apuntalar los cimientos de la responsabilidad humana. Las buenas personas serán las únicas que puedan cifrar una verdadera comunicación moral. Y no es moral anteponer intereses particulares, ni mezclar el bien común ni el servicio a la comunidad con el beneficio económico. Hay periodistas muy responsables, dice, pero la profesión en sí acaba consumiéndolos, de la misma forma en que el sistema capitalista en el que vivimos acaba consumiendo al individuo a no ser que acabe convirtiéndose en máquina, en masa, para formar parte de él. Mantener el espíritu crítico en una sociedad colapsada no es fácil, aunque es absolutamente necesario.
Se ha cerrado un nuevo volumen de la Revista Aularia, del Grupo Comunicar, que corresponde al volumen 2 de 2013. Duranteb el mes de julio se comienzan a subir a la red artículos y experiencias del primer volumen de 2014, que se cerrará el 31 de diciembre.
Aularia crece en extensión geográfica, es cada día más crítica y eficaz y da respuesta, ánimo y sugerencias a quienes nos movemos en el amplio y apasionante mundo de la comunicación y la educación, en todos sus ámbitos y vertientes. Hasta el momento han participado 121 autores diferentes de más de 25 países.
Este año, Aularia, ha mejorado técnicamente, con un sistema de enlaces (metagags) más potente, y se ha iniciado la posibilidad de comentar los artículos.
Gracias a las sugerencias de los miembros de la organización de la Revista, de su consejo de Redacción y de los numerosos lectores, se van haciendo mejoras también en la presentación de los artículos, a los que se ha añadido información, fechas de publicación, números de referencia, etc., que no tenían.
Está igualmente preparándose una nueva sección: Guías didácticas de cine, que dará sin duda ideas para el tratamiento de películas en aulas y foros de debate.
Con este editorial, en el que Aularia presenta y explica sus principales propuestas, se cierra un volumen de Aularia, en 2013, y se abre a la publicación del próximo volumen.
Cuando hace dos años el Grupo Comunicar decidió reflotar Aularia, que había sido en los años 80 del siglo XX un punto de referencia en el mundo de la educación, y recrearla de nuevo, on-line, nuestro interés como editores era establecer para la comunidad educomunicativa, comunicadores y educadores, un nuevo desafío.
Ya nos habíamos dado cuenta de que, generalmente los profesionales de la educación y de la comunicación no escriben, salvo por motivos profesionales o con la idea de adquirir méritos académicos. Pensamos desde Aularia que es necesario que reflexionen sobre sus experiencias, las transmitan y difundan en forma de artículos, reportajes, fotografías, videos o dibujos, con el fin de dar a otros profesionales ideas y ánimos para que se embarquen en el mundo apasionante de la educomunicación. El interés de Aularia se manifiesta en varias propuestas, que aumentarán en el mismo recorrido de los hechos y a medida que surjan nuevas ideas y necesidades.
Primera propuesta: contenidos de calidad y actualidad
Segunda propuesta: actualidad tecnológica y conexiones en red
Tercera propuesta: presentación didáctica
Cuarta propuesta: creatividad e imagen
Quinta propuesta: actualidad digital
Sexta propuesta: Trabajar la realidad con originalidad y nuevos recursos
Séptima propuesta. Abrir nuevos cauces de debate educomunicativo
En el próximo volumen el Debate, nuevo hasta ahora en revistas especializadas, está dedicado a Medios y comunicación y salud, con participación de médicos de diversas especialidades de varios países y con expertos en comunicación. Los hemos buscado, les hemos hecho la propuesta y han aceptado.
Para próximas ediciones estamos tomando contacto con una serie de fotoperiodistas, para que expresen la importancia de su profesión, sus opiniones y dificultades, para que hablen de los marcos en los que se debe mover la ética profesional en el ámbito en el que ellos realizan su trabajo.
Las próximas entrevistas que se publicarán tendrán que ver con la ética periodística, y sobre varios temas, ligados a la profesión periodística, a la ética de los medios, a la participación en las redes sociales y a la educación para la lectura crítica de los medios.
Ayer se cerró el volumen 1 de 2013 de la revista Aularia, una de las publicaciones del Grupo Comunicar, y se abre inmediatamente el volumen 2 de 2013, que empezará a subir artículos a mediados de enero.
La revista Aularia nació oficialmente el 1 de enero de 2012. En un año, gracias a la colaboración y el esfuerzo de muchos miembros del Grupo Comunicar y de más de 150 colaboradores, Aularia se ha convertido en referencia internacional, y ha subido a la red más de 100 artículos, reflexiones, experiencias, debates, análisis de imágenes, reflexiones interculturales, entrevistas, reseñas, plataformas y relatos sobre educomunicación.
Hemos publicado ya en tres idiomas (castellano, portugués e italiano) y los autores que han publicado son de más de 15 países diferentes. En este momento, más de 10 artículos, están a punto de ir publicándose, y otros 20 están en proceso de redacción o revisión. Para el año que entra hay buenas expectativas de variedad, calidad y extensión geográfica de nuestras publicaciones.
Se anima sobre todo a profesores, comunicadores, cineastas, audiovisualistas, expertos en redes, analistas… que reflexionen sobre su propia práctica y la expongan, la den a conocer, publiquen sus experiencias y sus tareas.
Uno de los editoriales de Aularia, que ya va a cerrar (el 1 de enero de 2013) este volumen para iniciar el siguiente. La responsabilidad es de toda la sociedad.
La familia y la escuela pierden fuerza socializadora al mismo tiempo que la ganan los medios de comunicación. Esta realidad implica un desafío para los padres, la familia y la administración pública ya que la responsabilidad socializadora es, por igual, de todos los agentes sociales, también de quienes detentan el poder de los medios de comunicación y de las grandes cadenas de televisión. Nadie duda de la responsabilidad legal de los medios de comunicación pero poco se habla de su responsabilidad moral y socializadora, de la importancia que sus mensajes y actuaciones poseen para quebrar la pasividad, para incitar a la participación ciudadana. Se hace urgente e imprescindible unir esfuerzos para que los grandes problemas del mundo en el siglo XXI, que generalmente tienen que ver con la solidaridad y el respeto, tanto hacia las personas como hacia el medio ambiente, estén presentes con criterios de interés global en los medios de comunicación.
Con rapidez y vertiginosidad se aprecia cómo el mundo es invadido por los medios de comunicación de masas, que cobran una relevancia especial gracias a los avances tecnológicos. El gran desafío de los educadores –padres, profesores, responsables y comunicadores- es adquirir la fuerza suficiente para, en un principio, utilizar el poder icónico y emotivo de los medios de comunicación y de las nuevas tecnologías con finalidades educativas, y al mismo tiempo, proponer a los educandos –alumnos y sociedad en general- las posibilidades educativas y didácticas suficientes como para convertir la fuerza de la televisión y su mensaje, en un vehículo e instrumento imprescindible de búsqueda de información, de apreciación de la realidad y de puerta a la investigación.