Blog de la Revista Comunicar

Creadores y espectadores frente al desorden informativo online. Efectos de la producción de contenidos digitales en competencias informativas

La desinformación y las de noticias falsas que circulan por las redes sociales, especialmente, suponen un gran problema en la sociedad de la información, en tanto llevan a generar una gran desconfianza en los medios sociales de comunicación. En este sentido, el artículo que nos ocupa, Creadores y espectadores frente al desorden informativo online. Efectos de la producción de contenidos digitales en competencias informativas, realizado por la Dra. Gabriela Taddeo, la Dra. Belinda de-Frutos-Torres y la Dra. María-Cruz Alvarado, y publicado en el n.º 72 de la revista Comunicar, se centra en determinar si el uso habitual y activo de las redes sociales conduce a asumir una mayor responsabilidad hacia la información que circula en la red. Para ello, se realizó un estudio correlacional exploratorio mediante una encuesta que aplicaron a una muestra de 756 jóvenes de Madrid, Sevilla y Segovia de entre 16 y 26 años.

Los resultados evidenciaron dos tipos de perfiles de usuarios de las redes sociales: el perfil de espectadores, más general entre los estudiantes, centrados en la recepción, el entrenamiento y la interacción; y el perfil de creadores, minoritario entre los encuestados, de aquellos que participan en la generación de contenidos propios que comparten abiertamente. Estos últimos usuarios son los que más contribuyen en la identificación y denuncia de noticias falsas. Como indican las autoras, “esto supone considerar ambas acciones, crear y compartir, no como actos individuales e impulsivos, sino como procesos que requieren autocrítica, prestando atención a la dimensión emocional y al rol social que implican.

Se trata, por tanto, de un interesante estudio que pone el foco en una problemática en alza que debe ser atendida desde una alfabetización mediática que incida en el aspecto crítico de la información desde una formación activa.

Puedes leer el artículo completo aquí.

Como citar: Taddeo, G., de-Frutos-Torres, B., & Alvarado, M. (2022). Creators and spectators facing online information disorder. Effects of digital content production on information skills. [Creadores y espectadores frente al desorden informativo online. Efectos de la producción de contenidos digitales en competencias informativas]. Comunicar, 72, 9-20. https://doi.org/10.3916/C72-2022-01

Desinformación, la otra pandemia

Captura de Pantalla 2020-05-18 a la(s) 19.58.12Información falsa, rumores, y noticias inexactas o sacadas de contexto se han expandido con la misma velocidad que el COVID-19, complicando las medidas de contención, y provocando la toma de decisiones equivocadas en la población.

Esa es una de las razones por las que la Organización Mundial de la Salud declaró al creciente fenómeno desinformativo como “infodemia” y ha dedicado no pocos espacios a advertir y generar conciencia sobre ella; sin embargo, en un contexto donde todos somos productores de información, la mayor dificultad es concienciar al público y que se abstenga de compartir algo si no está seguro de su procedencia y veracidad.

Una de las informaciones falsas que se viralizó en redes sociales a nivel internacional fue aquella que señalaba que se estaba arrojando cuerpos al mar, debido al exceso de cadáveres y la falta de espacios  en cementerios de Guayaquil, la ciudad mayormente afectada por la pandemia en Ecuador.

La información estuvo compuesta por la combinación de un video de inmigrantes que naufragaron en Libia en 2014 y otras de un hombre en silla de ruedas que iba a ser trasladado en lancha hacia la isla donde reside. Ambos elementos, hábilmente editados, provocaron caos en el país.

En Puerto Rico, a finales de marzo, circuló el audio de un pastor que advertía del cierre de comercios y el desabastecimiento alimentos por el resto del año. Ello provocó que una multitud de personas acudiera a supermercados y farmacias generando caos e incluso olas de violencia en ese país.

A estas se suman fake news comunes en todos los países sobre remedios caseros y farmacológicos para curar la enfermedad, y de los cuales no existe evidencia científica.

Iniciativas para contener la desinformación

La avalancha de fake news ha provocado que se generen iniciativas lideradas desde el periodismo para frenarlas. Así, los medios que integran el Grupo de Diarios de América (GDA) ha asumido la responsabilidad de verificar informaciones y rumores difundidos en redes sociales.

En Argentina los medios nacionales publicaron los Consejos para la población acerca de los rumores del nuevo Coronavirus de la OMS, con los que se señala que se redujo el impacto de la desinformación.

A esto se suman verificadores de información como Chequeado en Argentina, Verificado en México, Ecuador Chequea y otras. Incluso se ha conformado la Coronavirus Facts Alliance, proyecto del Poynter Institute y la Red Internacional de Fact-Checkin (IFCN), para combatir la desinformación en la pandemia; al momento ha desacreditado más de 4800 engaños en 43 idiomas.

La Unesco aporta con el documento: Periodismo, libertad de prensa y COVID-19, que brinda recomendaciones para combatir la desinformación.

Por su parte Facebook, Twitter, Google, WhatsApp y otros, que elimina informaciones catalogadas como falsas. Solo en marzo Facebook identificó al menos 40 millones de publicaciones problemáticas, entre informaciones falsas, promotoras de odio, rumores, etc., relacionados con COVID-19, basados en 4 mil artículos de fact-checkers del mundo.

A pesar de estas labores la desinformación se mantiene circulando en redes sociales, la clave sigue siendo la educación de la ciudadanía frente a la discriminación de contenidos y al uso crítico de medios de información.