En la sociedad actual el éxito profesional es una meta importante a conseguir en la vida. Una buena situación socioeconómica que ponga de manifiesto la valía de la persona por sus méritos profesionales, unida a los logros personales, conducen a la realización, tal como se manifiesta en la visión “meritocrática” de nuestra sociedad. Muchas veces este objetivo se equipara con la fama, con el reconocimiento público y la notoriedad. Tal es el caso de programas televisivos como “Operación Triunfo” o “Fama ¡a bailar!” de fuerte impacto en nuestro país, en los que se muestra el éxito profesional como una forma de realización personal y como medio para progresar social y económicamente. Los aspirantes/concursantes aparecen como personajes incompletos que no pueden dedicarse a lo que quieren, y OT y Fama se presentan como los vehículos institucionales que les ayudarán a adquirir las competencias necesarias para conseguir su sueño.
Este artículo escrito por Mercè Oliva sirve de reflexión sobre el concepto de “fama” como aspiración social y sobre las enormes dificultades para lograrla. Utilizando una metodología que combina el análisis de la estructura de los relatos, con el de la enunciación audiovisual y las reglas del juego, relata cómo aparentemente cualquiera tiene la oportunidad de participar en este tipo de concursos (espejismo de una democratización del éxito) pero solamente los mejores podrán ganar y por tanto conseguir el objetivo de la fama y el éxito profesional.
El proceso de aprendizaje, caracterizado por el esfuerzo y el sacrificio, por la exigencia y la disciplina, necesarios para adquirir las competencias que les llevarán al éxito, se combina con la “celebritización” de los concursantes, es decir, su transformación en estrellas. Talento y popularidad se enuncian por tanto como la fórmula del éxito profesional en estos programas.
En resumen, la autora nos conduce a una profunda reflexión sobre las claves del éxito en nuestra sociedad actual y sobre la visión que de él plantean estos programas televisivos: cómo el éxito profesional se relaciona directamente con el reconocimiento público, cómo la popularidad es una aspiración legítima pues permite acceder a recompensas socioeconómicas y personales, cómo el destino de cada individuo está determinado por su talento y por su esfuerzo, y la importancia de la búsqueda de la singularidad como factor clave en el éxito.
Artículo de gran actualidad y hondo calado, que les recomiendo para su lectura en el nº 39 de Comunicar. Pinche aquí