30 entrevistas en profundidad, 24 meses de observaciones virtuales diarias y el análisis de contenido de 200 perfiles de Facebook constituyen la amplia metodología de un estudio publicado en el número 43 de la revista Comunicar, por el autor Joaquín Linne, de Buenos Aires (Argentina), que tiene como objeto el análisis de la plataforma Facebook entre los adolescentes del país latino. El carácter cualitativo del estudio hace reveladores los resultados obtenidos.
El estudio titulado Usos comunes de Facebook en adolescentes de distintos sectores sociales en la Ciudad de Buenos Aires reafirma que los usos más habituales en la red social son la autopresentación, el intercambio de contenidos personales entre amistades, la búsqueda de relaciones sexo-afectivas y la exploración de distintos aspectos de su sociabilidad e identidad. Igualmente, el autor apunta al intercambio de performances de intimidad con el objetivo de aumentar la sociabilidad entre pares y lograr una mayor visibilidad dentro y fuera del sitio.
El estudio de las fotografías de los muros de Facebook aporta evidencia acerca de que las representaciones de género se encuentran en conflicto entre los modelos tradicionales y las nuevas formas de masculinidad y feminidad. El anonimato del material estudiado ha sido clave para el estudio, salvaguardando la identidad de los sujetos entrevistados, si bien los textos e imágenes citados cuentan con expresa autorización del grupo analizado.
Un dato muy revelador y al mismo tiempo inquietante es que el 90% de los perfiles analizados contienen fotos en ámbitos tales como colegios, parques y casas propias o de amistades. Estos espacios dan cuenta de que los adolescentes eligen, para producir fotos, los lugares de mayor autonomía respecto a los adultos. Como apunta el autor, “los adolescentes ponen en juego su capital estético-corporal al tiempo que actualizan su estado de disponibilidad y su humor”.
Otro dato revelador del estudio muestra que la media de amigos en la red social estudiada es de 1432 y que el 60% realiza al menos una publicación semanal con una temática común: búsqueda de pareja o actualidad afectiva.
Sin duda, se trata de un proyecto que pone sobre la mesa la falta de limitaciones éticas a la hora de manejar la red y por tanto, la urgente necesidad de implantar una educomunicación en las aulas destinadas, en este caso, a un público adolescente.