Según algunas investigaciones en torno a las redes sociales y su uso en personas mayores, lo digital y las relaciones que propician pueden favorecer un envejecimiento activo. Si bien los estudios no son concluyentes respecto al cierre de ideas fijas en este campo de reflexión, sí demuestran que el tema está vivo y pleno de sentido, en una sociedad cada vez más envejecida e hiperconectada. Ante todo el texto recoge una revisión bibliográfica completa en torno a estas temáticas que, por escasamente tratadas, se convierte en doblemente valiosa.
El texto de De la brecha digital a la brecha psico-digital: Mayores y redes sociales de Begoña Peral Peral, Jorge Arenas Gaitán y Angel-Francisco Villarejo Ramos, en el número 45 de la Revista Comunicar, propone una revisión de la noción de brecha digital en este sentido, proponiendo pasar a su denominación como brecha psico-digital. Los componentes o factores definidores de este interesante concepto que trata de ajustar mejor el uso de las redes sociales por las personas mayores son la edad cognitiva, la ansiedad ante la tecnología y la audacia.
Los autores realizan una etapa empírica de recogida de datos en el aula de la Experiencia de la Universidad de Sevilla, lo que deja abierto a la posibilidad de ampliar la muestra en otras áreas geográficas.
Los resultados apoyan la idea de que anteriores vínculos entre la edad y las características socio- demográficas como el sexo, la clase social o el nivel de estudios se han vuelto limitadas para describir la relación de los mayores con las redes sociales y que existen otros criterios que deben ser tenidos en cuenta.
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